lunes, 15 de diciembre de 2008

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Me tiré del gran cañón.
Sésamo, ábrete sésamo, ábrete 1200 metros.
Hoy no me siento nuevo.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Guantánamo, 1985.

Llegó a Guantánamo el temido y anunciado por George Orwell 1984.
Aquel año en el que mi infierno y mi cielo eran color naranja, naranja convirtieron mi sangre y mi pensar. Aquel año en el que me trajeron luego de luchar por eso a lo que yo llamaba "la libertad de mi país y de mi gente" a soportar sobre mis hombros la ira de quienes creen hacer justicia torturándome a mí y a mis semejantes.
Sin embargo, han pasado las horas, los días, los meses, los años, y yo sigo en 1984. Yo que tenía las esperanzas de que ese año de tortura durara lo que dura un año y no la eternidad que ahora sé que durará. Yo con mi sueño que será eterno y mi tortura color naranja a la que me enfrento y seguiré enfrentando. Mi cadena perpetua hasta el fin de mi existencia.
Pero lo que suena es el soundtrack de mis sueños, es el sonido de un 1984 que terminó, es el sonido de mi esperanza y la de 750 prisioneros torturados de 45 nacionalidades diferentes más, es el sonido de un nuevo mundo, es el sonido del anhelado 1ero de enero de 1985 aquí, en Guantánamo.
Libertad, Kevebasan, Libertat, Ji you, Freiheit, Liberté, Azkatasuna, Libero, Vrijheit, Liberty, Svoboda, Freedom, Sloboda, Libertá, Frihed, Liberdade, Vapaus, Kalayaan, Libertad.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Compañeros, me driijo a ustedes, la gran comunidad de nuestra querida Casa de las Américas, para comunicarles una lamentable noticia:El día de ayer, martes 4 de noviembre, ocurrió un hecho lamentable para todos nosotros: Gilberto Gonzales Carbajal, a sus 21 años, sufrió un paro cardíaco en su casa y falleció cuando iba camino al hospital para ser atendido a las 8.30 pm aproximadamente.
Para quienes los conocieron como profesor, compañero de ensamble, compañero de carpeta, alumno, amigo, o en cualquier otra de sus facetas, es ésta una muy triste noticia. Él era una persona muy conocida y querida tanto en la Casa de las Américas como en el gran circuito musical de toda nuestra Cuba querida.
Por éstas y muchas más razones, los invitamos a todos a recordarlo como el excelente alumno, el gran músico y la deslumbrante persona que fue y que es dentro de todos nosotros.
El velatorio se llevará a cabo en el velador municipal del vedado (H y O, a tan solo 6 cuadras de nuestra institución) a partir de las 6 de la tarde del día de hoy, miércoles 5 de noviembre.

Le damos a todos nuestro pésame y nos mostramos al mundo con un luto eterno por esta lamentable pérdida.

Atentamente,
Juan Mesa, Director de la institución cultural "Casa de las Américas", profesor y amigo cercano de nuestro recordado Gilberto.

martes, 4 de noviembre de 2008

Años 90

El imperio dominante, por decreto impuesto, proclamó el fin de las ideologías, como si las ideas terminaran con el triunfo total del capitalismo modernizado como "neoliberal globalizante", la más cruel (y ahora, en el siglo XXI, derrocada) de las formas económicas: el neoliberalismo.
El capitalismo pretendiendo convencer a los millones de excluidos del fin de la historia a comienzos de los años 90 cuando como símbolo mostraban la ruptura del muro de Berlín de la década pasada de ese entonces. Nuevos muros adivisores se alzan demostrando tener una propuesta de esperanza, proclamando el derecho a la vida, para compartir sueños, esperanza, ilusiones y uotpías, que son lo único que los dueños del capital no pudieron privatizar.
SIEMPRE otro mundo es posible.

Casualmente, quien tildó a los tercermundistas como tales no fue uno de ellos.

jueves, 30 de octubre de 2008

La hipocresía respire, vive, humea, se alimenta en cada uno de nosotros, en tu mujer, en tu amigo, en el trabajo, en el burdel. Te empapa como una baba viscosa de la que no te puedes deshacer. Al principio pensabas que era desamor, o el sentimiento de fracaso que lleva ahogándote desde los treinta y tantos. A veces uno cree que puede huir de ella: el alcohol, el sexo, las religiones... las palmaditas en la espalda de tu astuto jefe... no, no seas iluso, sabes que nunca te abandonará porque, por mucho que lo intentes, la hipocresía eres tú.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Inseguridades sobre el diván

Es hora de que deje de esperar quien esperó,
hora de que salga quien desesperó a quien lo esperó y dé pase a una nueva lucha por un autodescubrimiento curioso pero con riesgos de descubrir cosas que, por su propio bien, no debería.

Se abren las puertas de la mente de quien esperó,
sin embargo, no la boca de quien se hizo esperar.

Se crean silencios incómodos para apresurar un hablar
pero no suelta ni una vocal.

El esperante sabe que al callado le sabe amargo el licor de las cosas queridas, que cree que se acabó lo mejor y que no hay quien le cure la herida.
Pero su trabajo es hacer que no sea esta su hora de huir, su despedida.

No hay incomodidad que supere al no hablar de quien se hizo esperar por quien lo esperó y el tiempo corre y no parará de correr.

Pero el callado no es un hongo. Mientras miente y esconde al callar, también crea e imagina, él piensa.
Y lo que piensa lo hará actuar, no importa si lo hace para "bien" o para "mal", el solo lo hará según lo que dicte su pensar.

Ahora sí llegó su hora de huir, su despedida.
Y se despide sin decir que ésta será la última vez que lo haga.
Sale y cierra las puertas de la mente de quien lo esperó.
Justo allí afuera de estas puertas estoy yo, ensimismado y pensando en qué será lo que hace que se me sea necesario venir semanalmente al consultorio de este sanacesos.
Tampoco hablaré.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Huesos

Podrían ser a simple vista, sólo huesos, desvencijados huesos enterrados al borde del camino. Abandonados huesos, no acariciados huesos de un dolor no amortajado. Pero no son a simple vista sólo huesos, desvencijados huesos, en el calcio del hueso hay una historia. Desesperada historia, desmadejada historia de terror premeditado.
Y habrá que contar, desenterrar, emparejar, sacar el hueso al aire puro de vivir. Pendiente abrazo, despedida, beso y flor en el lugar preciso de la cicatriz.
Podrían ser a simple vista solo huesos, amoratados huesos, olvidados sin fecha en el camino. Abaratados huesos, invertebrados huesos de un adiós no reclamado. Pero no son a simple vista solo huesos, amoratados huesos, en el calcio del hueso hay una historia. Acaudillada historia, inmemoriada historia de terroso desenterrado.
Y habrá que contar, desenterrar, emparejar, sacar el hueso al aire puro de vivir. Pendiente abrazo, despedida, beso y flor en el lugar preciso de la cicatriz.

jueves, 11 de septiembre de 2008

¿cuánto tarda una tarde de setiembre en llegar a diciembre?

No sé cuanto realmente dura una transformación.
Pero sé cuanto tuve que esperar para ver eso que creí ver desde un principio.
Un principio en donde solo veía caras amarillas multifacéticas. Caras en las que no sé realmente por qué creí ver un diamante en bruto. No lo sé, pero la verdad es que eso ya no importa. Lo que importa es que lo vi y ahora veo que ese diamante se desembruteció y se convirtió en uno bastante inteligente, consciente de las cosas, con una visión crítica de las mismas, con ganas e ideas de/para cambiar todo lo que considere posible de cambiar, una implacable lucidez.
Estoy seguro de que esta transformación de la que habló traerá, con el tiempo, otras transformaciones con magnitudes mucho más elevadas.
Y será irónico pensar pensar que estas transformaciones de grandes magnitudes de las que hablo empezaron siendo círculos amarillos de dos milimetros de radio.
Tardó 10 meses, de diciembre a setiembre, el comienzo de todo esto. Digo "el comienzo" porque sé que de acá en adelante nadie la para. Y estoy seguro de que el diciembre que se viene cosechará los frutos que se sembraron en el diciembre pasado.

¿Pericles?

sábado, 17 de mayo de 2008

Magic Malik en Buenos Aires

En Buenos Aires para tocar esta noche, a las 21.30, en La Trastienda (Balcarce 460), Magic Malik –así lo llaman en Francia– llegó con el auspicio de la embajada de ese país, de Cultures France y la Alianza Francesa de Buenos Aires como parte del programa Géneration Musiques, destinado a la promoción y difusión de la nueva escena musical francesa. Y en esta ocasión se presentará junto a un invitado sorprendente, el charanguista Jaime Torres. En el grupo, que junto a Malik integran Denis Guivarch en saxo alto, Sarah Murcia en contrabajo, Jozef Demoulin en piano y Maxime Zampieri en batería, participarán además Minino Garay, un percusionista argentino radicado en Francia, Eddy Tomassi y Juan Martín Medina. “El jazz es un continente que admite muchas músicas”, define Malik. “Y en ese continente, la flauta implica algunas dificultades; no tiene un gran volumen y, de hecho, no hay muchos flautistas que puedan configurar una tradición de ese instrumento.”

Aun así, el músico reconoce entre sus fuentes a Roland Kirk, a Jeremy Steig y, también, al grupo Jethro Tull. “De todas maneras –dice– no es importante, o por lo menos ya no lo es, si hay una tradición de un instrumento en particular dentro del jazz o no la hay porque el lenguaje va y viene de instrumento a instrumento. Yo puedo sacar cosas de una frase de trompeta o de saxo. Nada lo impide. Lo más importante, en realidad, es la manera de improvisar de cada uno, más allá de qué instrumento toque.” En cuanto a su decisión de tocar música de tradición popular, Malik recuerda: “El medio de la música clásica estaba muy lejos de la cultura donde yo crecí. Allí, los ritmos, el baile, eran muy fuertes. Y eso no se encuentra en la música clásica. Así que, de Marsella me fui a París a conocer cosas. Y allí empecé a tocar con unos y con otros, y a hacer distintas clases de música”. Los músicos con los que Malik se mezcló en esos años fueron Lurau, los integrantes de Human Spirit y de Goove Gang. En 1999, luego de una gira por el Caribe, Centroamérica, el norte de Europa y Africa, Malik sacó su primer cd, 69-96. Sus álbumes siguientes fueron 00-237, 13 XP Song’s Book y XP 2, que fue reconocido por la crítica especializada francesa como uno de los más significativos del momento.

Malik cree que, por su apertura, el jazz es la música del futuro. O, en todo caso, que “es una música con futuro y que ese futuro exista o no, a diferencia de otras músicas, está en manos de los músicos y no del mercado. El jazz está abierto a todas las músicas y es capaz de albergarlas a todas. Habrá que ver si los músicos somos capaces de escuchar todo lo que suena a nuestro alrededor y podemos convertirnos en la caja de resonancia del mundo. Hay, actualmente, muchas cosas interesantes que permiten tener esperanzas, por ejemplo un grupo belga que se llama Octurn. Aunque haya músicos de jazz que no escuchan nada que no sea jazz, ni house, ni ambient, ni músicas repetitivas, hay otros que sí. Y hay mucho sonando y está todo a disposición. Creo que, incluso, ya no es necesario escuchar jazz para hacer jazz”. El concierto de esta noche, por otra parte, es la culminación de una residencia de creación realizada durante toda la semana por los miembros del grupo de Malik y sus invitados. “Esa es la magia del jazz. Su capacidad para mezclarse. Es el hecho de que podamos tocar con Jaime Torres, por ejemplo. Y eso sucede porque las raíces de esta música no son rectas ni rígidas; van hacia los costados, buscan otras raíces. Están los que dicen que el jazz se acabó cuando Charlie Parker empezó a hacer be-bop. Y no fue así. Por eso, esto que hacemos puede seguir siendo llamado de esa manera.”

viernes, 18 de abril de 2008

Vuelo sobre sombras de vuelo

Hoy me voy de viaje.
Yo divido mi vida por años, creo que cada año soy distinto, y cada año lo divido en los viajes que hago durante el.
Será un viaje extraño. El objetivo de mi viaje es dar un examen de flauta en el peabody conservatory (examen que debí haber dado el año pasado pero no lo hice porque preferí quedarme en cuba, fue una buena decisión). Yo creo que, cuando uno viaja e intenta ahorrar, lo mejor es hacer escalas y así, esta vez me tocan nada más y nada menos que 5 escalas y vuelos que suman 32 horas de viaje. El año pasado fui a cuba así: lima-bogotá-san josé-la habana. "Será un viaje extraño", sí, lo será, esta vez me toca LIMA-BOGOTÁ-SAN JOSÉ-miami-cincinati-washington dc-baltimore. Me darán ganas de tirarme del avión entre san josé y miami para caer en la habana, en la habana vieja, en boulevard obispo, caer sobre una charanga de esas que solo se disfrutan allá, caer sobre un barril de ron, caer sobre un arrozconfrijoles, caer en un guaguancó, en un guateque. En fin, si se trata de disfrutar de cuba, a la mierda los exámenes, los vuelos con escalas, las horas de vuelo, los aeropuertos y cualquier otro estorbo.
En octubre de este año se repetirá el curso por el cual fui a la habana el año pasado, estoy seguro de que si logro ir sería el hombre más feliz de la tierra.
Bueno, hasta dentro de algún tiempo yo (porque soy la única persona que lee mi blog) MUAJAJA

lunes, 31 de marzo de 2008

No viajan los viajados.

Consúltenlo con la integridad de tí, de nada.
Pero con la agresividad con la que vomita una hada.

domingo, 16 de marzo de 2008

¿LO TIRO O LO GUARDO?

"Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.
No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los críos. Los colgábamos en la cuerda junto a otra rápita; los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales).

¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables!

Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores. Y nuestras hermanas y novias se las arreglaban como podían con algodones para enfrentar mes a mes su fertilidad.

¡Nodo! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.

¡Guardo los vasos desechables! ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez! ¡Apilo como un viejo ridículo las banderita de espuma plástica de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!

Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida. ¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas y escupideras de loza. Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.

¡Nos están fastidiando!¡¡Yo los descubrí. Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.

¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike? ¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando somier casa por casa? ¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?

Todo se tira, todo se desecha y mientras tanto producimos más y más basura. El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad. El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!!¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de........... años! Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII). No existía el plástico ni el nylon. La goma solo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en San Juan. Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban.

De por ahí vengo yo. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el "guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo" pasarse al "compre y tire que ya se viene el modelo nuevo".

Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo)

Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.

Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?

En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos. ¡¡Como guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!!

¡Guardábamos las chapitas de los refrescos! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!

Las cosas que usábamos: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de primus. Y las cosas que nunca usaríamos. Botones que perdían a sus camisas y carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto cajón. Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar. Tubitos de plástico sin la tinta, tubitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el capuchón.

Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que perdían a su encendedor. Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.

Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡Los diarios!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver!!. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne! Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos. Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posa-mates y los frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con qué intención, y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía "este es un 4 de bastos". Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en un palillo.

Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden "matarlos" apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada. Ni a Walt Disney. Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: "Cómase el helado y después tire la copita", nosotros dijimos que sí, pero, ¡minga que la íbamos a tirar! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas.

Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de bollones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.

Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos.
Ah¡ No lo voy a hacer!

Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad es descartable. Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.

Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer.

No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.

Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva.

Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la bruja me gane de mano y sea yo el entregado.
Hasta aquí"
Eduardo Galeano


Creo que no hay mejor manera que empezar un blog que poniendo un texto de Galeano, gran pensador antiimperialista.
Un gran pensador que tenía las barbas sin despintar.